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Esa sombra de guitarra.
Y tus pasos mordiendo la alfombra,
tu carne hundiendose en el colchón.
Y este otoño salvaje que abraza mi piel,
y me susurra tu ausencia.
Ya es hora
- mis ojos clavados en una espalda desconocida me lo dicen-,
ya es hora de que llegue.
Y llega.
Éste, el primero olvido. La primer huella en la arena,
el primer polvo cubriendo tu retrato.
Y el eco sumiso de tu boca
-abriéndose como para respirar una última vez-
cuando escupió secretamente
"¿cuántos besos tiene un cuerpo?".
Y te desnudaste rogando que mida tu silueta.
Esa sombra de guitarra
que iba a tocar por última vez;
esas cuerdas bailarinas que iba a rasgar por última vez.
Y por vez primera olvidar.
"Ya es hora" me exclama el amanecer.
No se puede permanecer sin nombre cuando la luz nos quema.
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YY nunca supe cuantos de mis besos caben en tu figura.
El olvido es así,
es descubrir un abismo donde antes había un mar.
2 comentarios:
El olvido es esa grieta, si.
Sabés que comienza en la punta de los pies, pero no sabés bien donde puede terminar, en la calle Corrientes o en Pakistán.
Saluditos.
Disculpas que ayer no hice mi comentario, pero es no tenía la dosis de inspiración que una mujer como ud. se merece.
Cada día y cada instante que paso alrededor de tu existencia no hago mas que sentirme un agraciado al disfrutar tu compañía literaría y afectiva. Es ese nexo infinito, esa hermosa "distancia social" que no supera las tres personas, esa aleatoria sucesión de acontecimientos que se desencadena con una lógica tremenda y desemboca en lo que no creemos previsible. Quizá seamos, como ud. dijo en una misiva de su puño y letra manchada con tinta xilográfica, una Medjai y un Quijote perdidos en un cuento en el cual no sabemos discenir si es el principio, el nudo o el final, pero si hay de lo que estoy seguro es que este cuento es maravilloso.
Hay esperanza que son mucho mas importantes que la primera y la última y son aquellas que no sucumben al olvido. (Siga fiel a su costumbre de leerme entre lineas ;-) )
Seguí asi, algún dia llegará en que algún cuerpo único en su especie no será mensurable en una noche y habrá que tomarse la labor de besarlo hasta el fin de los tiempos.
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