15 de mayo de 2008

Emancipado.


No quiero tus letras sobre la pared, ni cadenas desfiguradas de otros años insensibles.No quiero tus ojos clavándose en mis pestañas, ni recorriendome de pies a espalda.No quiero tus manos electrónicas tocándome la piel, ni rozando mis mejillas, ni rasguñando mi ropa.No quiero tu mundana hipocresía gritando palabras de nostalgia, de tiempos venideros y pasados, de soles que quemaron tu conciencia.No quiero tu nombre cerca mío, ni tu esencia flotando en el comedor, no quiero tu sonrisa naciente por equivocación.No quiero que me digas que ya se terminó, no hace falta tu irónica explicación.No quiero tu gloria sarcástica diciendome que todo fue por mi bien.No quiero tus brazos en mi cintura, ni tu boca buscando alcanzar la mia; no quiero tu fuego encendiendo mi nicotina, ni tus pasos siguiendome desde la lejanía.No quiero tus caricias de compasión, ni tus mentiras inevitables saliendo desde el fondo de tu alcohol.No quiero memorias en mi regazo hablándome de tiempos donde eramos dos.Quiero, mi amor, que dejes de hablar y desbolar tu decir, que ya no pienses en la belleza de la horca, en sus cualidades y en qué pasará. Simplemente apuntá a tu inútil corazón, y por una vez en tu vida de caballero arrancacorazones, besa tu dedo índice con pasión, ajustáte los huevos con valentía y dispará ese gatillo a favor de acabar con tu porquería de latido.Y si no podes, no te preocupes. Yo te ayudo.

No hay comentarios: