Es el sentido del tacto. Nos chocamos por la necesidad de sentir al otro. De no creernos solos en el mundo, de llenar los espacios vacios que dejan las almas cuando caminan dormidas sobre la tierra.
26 de mayo de 2008
20 de mayo de 2008
Just a kid.
Curva de ira.
Y cada nube fue cubriendo el espesor de tu mirada, y toda la mierda de afuera fue muriendo en la entrada.
Hubo un tiempo en que supiste delatar tu intención, y todo fue cayendo por la alcantarilla. El desagüe destapó tus ilusiones, la ducha se cortó con el sonido de tu música embustera. No hay más agua para dejar caer, y me desvisto sólo para nadar en la exquisitez del aire impuro, en la soledad del oxigeno rabioso oxidando mis pulmones.
Y cada nube fue vistiendo tu rubor, tus pupilas jugosas reboloteaban en la habitación. Pedias agua una y otra vez, tu sed desarmaba el desierto de mi espalda desvestida. Te equivocaste una y otra vez, todo te recordó a la danza flameante y entre dientes te pregunte "Are we having fun yet?"
Hubo tiempo para el error, no se muerde dos veces la misma manzana.
Dontoch.
18 de mayo de 2008
Casi,.
Un cigarrillo en la almohada.
17 de mayo de 2008
Huella vacía.
Hubo una explicación. Se había erosionado el suelo, no alcanzaban las horas de sueño para curar todo el espanto. El polvo se regaba en toda su espalda, y en la curvilínea sombra un ave se despertaba.Perdida entre el humo se dejó caer entre las sábanas. Qué paso después sólo lo saben sus uñas.Abajo, después del cuerpo, del colchón y del hierro, un suspiro se inclinaba hacia ella en una reverencia. Su espina dorsal le carcomía los oídos a gritos. Ya basta de tirar y tirar, de empujar hacia la nada, de empuñar el filo contra la vaina equivocada.La ansiedad se golpeaba contra las paredes. El tiempo estaba goteando los últimos granos de arena.Y aún afuera no había llegado la hora.En el límite más delicado de la demencia y la esclavitud. En su burbuja todo un mundo se disolvía.Ya no más la obsesión, ni el material, ni la lápida irreconocible. Ya no más la carne mordisqueada, las veredas de las sábanas sin saber el nombre del ciego que se había acurrucado allí.Sorbió el último trago, cerró los ojos y abrió la garganta. Y de repente ya no estaban sus pies al final, de repente ya no había fin.Una explicación se colaba en sus órganos. Se había erosionado el suelo, algúna sacudida terrenal había abierto las fauces del infierno.Entonces no, aún no habia llegado la hora afuera ni adentro. Todavía mantenia su cabeza en el mismo lugar. Todavía caminaba recto, la locura no había vaciado toda su botella.Es adicta al desastre, a la canción del asesino, al baile de la devoradora, a beber su sangre, a no mirar atrás. Adicta a su estallido irracional, a sacar de las entrañas la verdad, a huir de los caprichos, al placer, a la locura.Es adicta a desgarrar su cordura. Adicta a la selva y al bosque.Está vencida por el vicio de recordar, de robar el alma de los que se dicen desalmados. Why don´t you just go home?
15 de mayo de 2008
Emancipado.
13 de mayo de 2008
2252
Una casa se mece sobre la vereda. Tiene viento, tiene marea y sal. En su techo todo el cielo, todas las tormentas de girasol. Ella entiende y envejece. Abre sus ventanas para airear su cuerpecito de madera. La humedad, poco a poco, la mordisquea. Tiene un jardín, donde se peina su belleza de dirección olvidada. Y sus paredes - paredes almidonadas de aroma añejo - se visten con cuadros estáticos y silenciosos. Se maquilla de blancos y ocres, de caobas dulces y se pone marcos como aretes endiablados. Sí, ella baila sobre la vereda. Es la casa, es el seno de la furia.